MI APUNTE: El modelo español de CUATRIPARTIDISMO BIPOLAR (actualizado 02.12.2015)




MIS APUNTES




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El modelo español de CUATRIPARTIDISMO BIPOLAR 
(16  Octubre 2015. Actualizado 2 Diciembre 2015)

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El secesionismo perdió su referéndum en Cataluña el 27S  (4 octubre 2015)

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Por una Ada Colau 'amiga del turismo' (13 Julio 2015, actualizado Octubre)

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PACTOS EN EL POSTBIPARTIDISMO. LOS PACTOS DEL 24M.
El PSOE no debe ser el furriel del pancatalanismo entregándole la Comunidad Valenciana (10 Junio 2015)

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PACTOS EN EL POSTBIPARTIDISMO. LOS PACTOS DEL 24M.
Debe haber gobierno municipal de coalición de
‘Ahora Madrid’ y PSOE en Madrid  (9 Junio 2015)









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El modelo español de CUATRPARTIDISMO BIPOLAR. 
(16  Octubre 2015. Actualizado 02.12.2015)


(Puesta al día, 16.10.2015, de texto varios meses anterior. Actualizado 02.12.2015)
   No hay experiencia de funcionamiento de un sistema de 4 partidos básicos, a) de rango equivalente, b) todos ellos de carácter centrista (moderados) y c) que por afinidad ideológica determinan dos polos, un polo centroderecha y un polo centroizquierda. Pues tal es la hipótesis de modelo político que sugieren -a mi entender- los datos (ideológicos, demoscópicos y electorales) que ofrecen actualmente las fuerzas políticas en España. Existen también en España partidos regionales, algunos secesionistas, que -salvo los secesionistas- se encuentran en franco retroceso desde hace algunos años. Una tendencia que acentuará el cuatripartidismo, impulsando la absorción de las fuerzas locales por las formaciones de ámbito estatal ideológicamente más próximas; proceso que también afectará -más lentamente- a las fuerzas secesionistas. El nuevo modelo acelerará la tendencia -general en las democracias- hacia la desaparación de los partidos regionales. Algo que ha sucedido en la generalidad de los países en que tales partidos surgieron; haciendo excepción a la normalidad que constituye el que las fuerzas polítias sean de ámbito estatal, que es el propio del poder político global al que buscan afectar.    

   El modelo cuatripartidista español podría tener las ventajas del bipartidismo -competición entre dos grandes bloques políticos, que introduce claridad en la dinámica política y en las opciones de gobierno- sin sus defectos, tal como se han manifestado en la vida política española reciente y que han dado lugar al cambio de modelo político, con la sustitución de dos grandes partidos anquilosados (PP y PSOE) -y una anacrónica formación comunista menor (IU)- por cuatro partidos vivos y funcionales. Al añadirse dos nuevos partidos de primer orden (Podemos y Ciudadanos). Así se ha configurado un 'cuatripartidismo bipolar'; con un 'polo centroderecha', formado por PP y Ciudadanos, y un 'polo centroizquierda', formado por PSOE y Podemos.

   El paso en España del bipartidismo al cuatripartidismo, no supone caer en la fragmentación política -el mal mayor en una democracia- pues la ampliación, con dos nuevas, de las fuerzas importantes de ámbito estatal, empuja la desaparicón de dos fuerzas menores del mismo ámbito (la comunista IU y la centrista UPyD), así como el saludable retroceso de los partidos regionales preludio a su desaparición. El bipartidismo -normalmente acompañado de alguna pequeña formación que inclina la balanza (bisagra) cuando ninguno de los dos grandes partidos logra la mayoría- es si duda un buen modelo político, que en España ha rendido servicios importantes a nuestro sistema político y nuestra convivencia, aportando estabilidad y moderación a la democracia de 1977. Debido a las tensiones territoriales que hemos soportado -que incluyen manifestaciones tan agresivas como el pasado terrorismo del nacionalismo vasco y el aún persistente totalitarismo educativo y mediático del nacionalismo catalán- difícilmente el propio sistema democrático, y aún la unidad de España, hubieran sobrevivido sin el bipartidismo. No hurto ese homenaje al modelo que ahora enterramos con causa, tras su desgaste o degradación de los últimos tiempos, que nos depararon finalmente dos partidos fofos, gigantes con pies de barro.
   
   También se aprecia cierto desgaste en el modelo bipartidista como tal -apreciable en el glorioso arquetipo británico y otros casos foráneos- por lo que hay que preguntarse si no es el momento de ensayar otras formas de bipolaridad no bipartidistas, más articuladas que la tendencia que se observa en algunos sistemas fragmentados a definir vagamente un campo de derecha y otro de izquierda. La bipolaridad es lo que hace posible la alternancia, o relevo en el poder. Bipolaridad se opone a polo central (unipolaridad), o modelo en que un único partido 'centrista', situado en el centro geométrico del espacio político (en lugar de dos grandes partidos -o bloques- centristas, que abarquen en conjunto la globalidad de dicho espacio) monopoliza el poder, sin que se puede producir alternancia, lo que constituye un mal modelo político. El modelo de un gran partido 'centrista', situado en el 'centro' -geométrico- es normal que aboque a un instrumento monopolizador de del poder mal controlado durante décadas -al estilo del PRI mexicano- o bien que termine desintegrado en un breve plazo como la UCD de Adolfo Suárez en España.               

   El modelo portugués, también cuatripartidista como el nuestro (sin partidos regionales), es un modelo desequilibrado. Tiene una sola formación -coalición duradera- de centroderecha y 3 formaciones de izquierda. En realidad se trata de 2 formaciones de centroizquierda y una de extrema izquierda (comunista), que defícilmente entrará en el juego de los pactos de gobierno -o de gobernabilidad, entendida como dejar gobernar sin entrar en el gobierno- porque constitutivamente la formación comunista persigue destruir a la izquierda moderada, o centrista, y a crear un frente heteróclito, dominado por un núcleo de ideología totalitaria, que buscará la desestabilización política y económica como paso necesario para alcanzar el gobierno. No le vendría mal al modelo portugués tratar imitar al emergente modelo español para lograr mayor estabilidad democrática..   

   La estructura bipolar del modelo cuatripartidista español no implicará que solo se produzcan coaliciones de gobierno dentro de cada polo. Ese tipo de coalición será la más propia; salvo en circunstancias excepcionales, pero España ahora se encuentra en ellas. Son circunstancias como las que justifican, siempre como excepción, la 'gran coalición' en el modelo alemán; fórmula sin duda impropia de tal modelo -solo entendible un situaciones de emergencia- que se configura como bipartidismo básico. En ese sistema lo propio es el gobierno de un gran partido, sea solo o acompañado de un partido bisagra. Un modelo, el alemán, que no es cuatripartidista; ya que los dos partidos complementarios de los dos grandes presentes en el modelo político alemán -Liberales y Verdes- que acompañan a los dos básicos -Socialdemócratas y Demócratacristianos- no alcanzan la masa crítica para que -en conjunto- se configure un verdadero cuatripartidismo que supone que los cuatro cuatro partidos sean de rango equivalente.

   En España, las coaliciones de gobierno más probables, en circunstancias normales, serán, o PP+Ciudadanos, o PSOE+Podemos. Pero no siempre que la suma de votos de un polo permita aritméticamente que éste ejerza el gobierno, se producirá una coalición de gobierno de los dos partidos del polo. Será igualmente posible -entre fuerzas pertenecientes, o no, al mismo polo- implicarse en la gobernabilidad (dejar gobernar) de la opción más idónea para el gobierno sin entrar en el gobierno. El mecanismo esencial para ese juego será la ‘abstención de gobernabilidad’, que tendrá lugar en aquellas votaciones de las que depende, sea la creación de un gobierno, sea el mantenimiento del gobierno creado por una 'coalición de investidura' -que tanto puede producir 'una coalición de gobierno' como una 'parentesco de gobernabilidad', determinado éste por el hecho de que las fuerzas que facilitan la investidura de un gobierno son progenitoras del mismo y tienen hacia él responsabilidades de progenitura- esto es, la votación de investidura, y la votación de presupuestos ('pequeña investidura' anual).
 
   La abstención es el mecanismo esencial de la gobernabilidad, que consiste primeramente en permitir que la sociedad tenga gobierno -hacerla gobernable- siendo ello la primera responsabilidad que las fuerzas políticas emergidas de un pronunciamiento electoral adquieren hacia los gobernados, pues éstos votan antes que nada para que exista un gobierno efectivo, sea, o no, el de su preferencia. El signo y la clase de tal gobierno es lo que tienen que determinar las fuerzas que componen el mapa político. La 'abstención de gobernabilidad' podrá ejercerse -desde cualquier formación política- en todas las direcciones; lo mismo hacia una fuerza del mismo polo que hacia una del polo opuesto. El mero hecho de ganar las elecciones un polo no implicará, por tanto, que sus dos componentes vayan a hacer una coalición de gobierno. Así se puede observar en Andalucía -tras las elecciones autonómicas del 22 de Marzo pasado- elecciones que ha ganado, como fuerza más votada el PSOE, pero que también ha ganado por mayoría el polo de centroizquierda. Pero no por ello PSOE y Podemos han hecho una coalición de gobierno. Ni siquiera la gobernabilidad del PSOE ha sido asegurada por Podemos (de centroizquierda), sino por Ciudadanos (de centroderecha).  

   El principio del gobierno de la fuerza más votada (que constituye la opción preferida por el electorado entre las concurrentes en una votación) resulta más complejo con la existencia de 'polos' que expresan proximidad ideológica. Ya que no cabe solo hablar de la fuerza más votada, sino también del polo más votado. Y pueden no coincidir en el mismo campo la fuerza y el polo más votados. Parece que la primera preferencia deba ser la del polo más votado y -si no se usa- vendrá después la de la fuerza más votada. Pero solo la práctica creará las pautas y la doctrina adecuadas para conducirse las fuerzas políticas en un modelo como el cuatripartidismo bipolar español.



COMPLEMENTO:
6 tuits sobre el modelo político español de cuatripartidismo bipolar
(29.03.2015) 

Tuit 6.
2 fuerzas en declive: anacronismo comunista IU (extrema izquierda, siembra odio social) y duplicador UPyD (mismo espacio que Ciudadanos).   

Tuit 5. 
Ciudadanos es social-liberal (o liberal-progresista).
No es liberal-conservador, ni socialdemócrata.
No son conservadores.  

Tuit 4. 
En tripartito (con bisagra) Ciudadanos sería bisagra.
En cuatripartito -ante 2 partidos socialistas- está en
campo liberal.   

Tuit 3.
Polo centroderecha PP y Ciudadanos: campo liberal.
Polo centroizquierda PSOE y Podemos: campo socialista.  


Tuit 2.
Hay 4 fuerzas básicas: PP (conservadores), Ciudadanos (social-liberales), Podemos (neoizquierda), PSOE (socialdemócratas).   

Tuit 1.

CUATRIPARTIDISMO BIPOLAR
Polo centroderecha: PP Y Ciudadanos.
Polo centroizquierda: PSOE y Podemos.

¿4 fuerzas equivalentes? 





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El secesionismo perdió su referéndum en Cataluña el 27S
(4 octubre 2015)






(Actualizado 05.10.2015)

  ¿Qué victoria secesionista hubo el #27S, que celebraron con teatral éxtasis -Junqueras se salió del cuadro, literalmente levitó- en la noche electoral de aquella jornada? No podían defraudar a la prensa extranjera -ni a la afición de casa- hurtándoles esa escena de exaltación triunfal, los resultados eran lo de menos. Goebbels es catalán. Secesionista, por supuesto. Ciertamente, el secesionismo ganó las elecciones autonómicas. Aunque perdiera escaños con relación a las autonómicas de 2012: en 2012 las fuerzas secesionistas sumaron 74 escaños (50 CiU +21 ERC +3 CUP), en 2015 -con toda la propaganda que trompetearon- solo sumaron 72
(62 Junts +10 CUP).  

   ¿Y acaso lo importante no era 'el referéndum que no se les permitió hacer antes' a los catalanes y que se celebraba en aquella fecha de 27S/2015, tras haber dado -pactado por el Ejecutivo autonómico y las fuerzas secesionistas- a las elecciones a celebrarse tal día el carácter de plebiscitarias y el valor resolutivo de un referéndum; ‘tras haberlo intentado todo’ para que se autorizara tal consulta y encontrarse siempre frente a un muro de intransigencia del Gobierno; respaldados por 4 ‘manifestaciones de 1 millón y medio de personas’ (A.Mas) celebradas en las efemérides del 11S; pidiendo al electorado que apoyara un plan de ruta para la independencia? Para mí puede caber duda de que fuese un referéndum, para Artur Mas no. Pues ese referéndum lo perdieron: SÍ 48%, NO 52%.

   En un plebiscito -o referéndum- (términos equivalentes en el caso) se cuentan votos, esto es, personas a favor y en contra de lo votado. Los escaños no reflejan la decisión sobre lo consultado,  pues cada escaño no vale los mismos votos. En un plebiscito, o referéndum, todos los votos son, o sí, o no. En el plebiscito del 27S no se pidió pronunciarse solo a favor de la independencia, sino también a favor de una DUI (Declaración unilateral de independencia). Se pidió el mandato del electorado para realizar una DUI, entendiéndose que el ganador -si era el secesionismo- quedaría legitimado para materializarla tras ganar la votación (decir -también se dijo- que bastaría ganar en escaños era nulo de raíz, pues contradice el concepto de referéndum que supone el respaldo, o no, de la mayoría de personas que forman un colectivo). Mandato para hacer una DUI solo lo pidieron 2 listas: Junts y CUP. Quedó claro que el voto a esas 2 listas era SÍ, a las otras era NO.

   A los secesionistas catalanes el 27 de Septiembre de 2015 (27S) les salió el tiro por la culata. Quisieron que los catalanes se pronunciaran sobre su propuesta independentista y lo hicieron, pero en sentido contrario al que ellos se lo pidieron. La consulta fue sobre una Declaración unilateral de independencia (DUI). Si los catalanes se hubieran pronunciado a favor de la DUI no hubieran desaparecido los obstásculos constitucionales para su realización, pero se pronunciaron en contra pues el NO a la misma fue mayoritario. El mensaje que emergió de las urnas fue el contrario del que los secesionistas esperaban: no se les permite ni mandata hacer una DUI, se les prohibe. Las urnas han desautorizado su DUI.

   Sabido es que en el movimiento secesionista catalanista la propaganda juega un papel primordial. En tal sentido no se sabe si lo importante era hacer la DUI (que siempre dilataban en el tiempo con pretextos, conscientes del obstáculo constitucional) o amenazar con hacerla como un mito propagandístico. También se les ha roto ese mito. Ya no pueden amenazar con una DUI que los catalanes han rechazado en las urnas.      
 








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Por una Ada Colau amiga del turismo
(13 Julio 2015)




(Actualizado 14.10.2015)

   Hoteleros y el amplio gremio de la hostelería en general -aparte los que le tienen ganas por ideología a la nueva alcaldesa de Barcelona y están de guardia permanente para pillarla un fallo- han desencadenado una gran campaña de protesta y escándalo a raíz de declarar la alcaldesa un año de moratoria para el crecimiento del negocio hotelero. Solo la voz discrepante del profesional del gremio, Kike Sarasola -dueño de la cadena hotelera Room Mate- se ha enfrentado a tal ‘clamor de los beocios’ y ha apuntado tímidamente que la moratoria puede ser útil si sirve para reflexionar sobre el desordenado desarrollo de ese sector esencial de la economía barcelonesa… y no dura más de un año (enlace a la noticia http://ccaa.elpais.com/ccaa/2015/07/12/catalunya/1436723381_041799.html).
   
   No se puede -ni se debe- reprimir la actividad turística en Barcelona, porque ello sería ir a contracorriente de lo que buscan todas las urbes del mundo, que es precisamente el desarrollo de esa actividad. Y es que las ciudades de hoy viven del turismo (y las más grandes y admiradas -Nueva York, Paris, Londres, etc.- dedican serios esfuerzos y cuantiosos medios para lograr que así sea), turismo que sustituye a las fábricas de antes que ahora están en China. Vives de lo que tienes y si tienes minas no las vas a cerrar porque creen suciedad. Pero el turismo (salvo deformación) es actividad limpia, que consiste en recibir afablemente a seres humanos aseados -vienen en tiempo de fiesta, o vamos, pues todos estamos incluidos en esa categoría- que te traen el pan debajo del brazo como antes los hijos.
   
   Barcelona es un caso muy especial, en realidad no necesita casi promocionarse pues su atractivo es leyenda que traspasa todas las fronteras. Es una de las ciudades con más ‘sex appeal’ que existen en la actualidad, que compite exitosamente en la ‘champion league’ de las primeras ciudades del mundo en atractivo para los visitantes. Es la ciudad del urbanismo modélico, el de las ‘3 Barcelonas’ fascinantes sucesivas: el ’Casco antiguo’, o  'Ciudad Vieja', entrañable con sus  hemistiquios Gótico y Raval; el ‘Ensanche’, señorial, el más logrado del mundo que llegó en su tiempo; y el ‘Frente marítimo’, con aroma de salitre todavía tomando forma; 3 maravillas urbanas para disfrute de naturales y visitantes. Con el Paralelo, que fue la Avenida de teatros y espectáculos más importante de Europa cuando nació y ahora renace. La Rambla -la calle más bonita del mundo para Federico García Lorca, aunque para Le Corbusier fuera el Paseo de la Marina de la Coruña- que tiene una réplica a su nivel en el Paseo de Gracia y que hará tripleta con la Diagonal que un día -sin prisa, todavía hay crisis- habrá que reformar para subirle el esplendor y convertirla en una de las pricipales arterias de Europa. Una reforma que deberá ser como la los Campos Elíseos parisinos, dejando una sola calzada central y aceras anchísimas que dan vida comercial y convivencial. “Maintenant les gens vient se promener ici”, me decía una quiosquera de la realzada avenida parisina tras la reforma. Pues aquella avenida, tan solemnemente hermosa, se había quedado sin vida por efecto de las calzadas laterales (útiles cuando no había coches), devenidas obstáculo para acceder a las andenes de paseo centrales, o aparcamientos salvajes. Para los dispersados árboles de nuestra Diagonal, si caen en calzada, su destino -como mucho- es que queden allí para separar pasillos de circulación si son funcionales, si no se les arranca. Siempre hay peligro con hileras de árboles mortecinos en calzadas, que impiden que las aceras y sus casas se vean desde la acera de enfrente. Mandan las aceras, no los árboles. En las nuevas -anchísimas aceras, donde cabe todo, plurales hileras de árboles, jardines en rosetón, esculturas, espectáculo- plantar alguna hilera más de árboles, como mínimo sustituir los cortados en la calzada. 

   Barcelona tiene las tiendas y las tabernas más bonitas del mundo. Es una ciudad por la que te apetece pasear, patearla en cualquier dirección, ¿qué más valioso te puede dar una ciudad? No es extraño que sea ‘invadida’, por mar, por los cruceros de todos los mares que buenos euros se dejan en tiendas y restaurantes y, por tierra, por legiones de adolescentes de todos los países que a veces semejan bandadas de palomas vistos dede la Plaza de Cataluña y que si no gastan tanto como los de los cruceros consumen lo necesario, pagando, nadie les regala nada. Ahorran para viajar a Barcelona cumpliendo un sueño.
 
   El prejuicio antiturístico de la Colau -si es que lo tiene- se le pasará pronto, pues la vida se impone a los esquemas. Denigrar al turismo es casi un peaje que hay que pagar para congraciarse a la parte más obtusa del vecindario, que compensa frustraciones con animosidad al visitante. Fue uno de los recursos que usó el nacionalismo de CiU para conquistar la alcadía, halagando las bajas pasiones de algunos vecinos al maldecir lo foráneo. Eso se cura cuando se gobierna la ciudad y se llega a amar al visitante como al propio, para corresponderle, pues los que vienen lo hacen para encontrarse con algo que aman. Al amarlo lo embellecen. Los ojos ilusionados con que esos visitantes miran la ciudad que aman la llenan de luz, se palpa con tus ojos y tu piel, si la antipatía hacia esos visitantes no te ciega e insensibiliza.

    Nadie ha denigrado tanto a la ‘Barcelona convertida en parque turístico’, ‘paraíso de turistas e infierno de asentados’, que Trias y los suyos en su campaña contra el alcalde Hereu, la más cruel y sistemática campaña de ‘asesinato de imagen’ a la que he asistido en mi vida. Con toda la prensa autóctona, controlada por los nacionalistas, como en estos momentos (subvencionada ya, igual que ahora -aplicando el plan Madí- con el pretexto de apoyar al idioma catalán y otros pretextos), militante en campaña tan perjudicial para laciudad. Se creó con dicha inmoral campaña -al menos, se intentó crear- una imagen fea de Barcelona, para que resultaran feos sus gobernantes como responsables del desaguisado. Se llegó a difamar a Barcelona con potente voz, tarea a la que se entregó la prensa manipulada con furia loca, ahí están las hemerotecas y no olviden los comentarios 'espontáneos' de los lectores a las noticias. Fue echar una montaña de basura sobre Barcelona. Irresponsabilidad que saboteaba su economía, cultivada con tal de perjudicar al gobieno municipal. Barcelona -decían- solo olía a orines, de turistas; las putas -se clamó- ejercían en los aledaños de la Rambla recostadas en las paredes del mercado de la Boquería; el centro estaba acochinado; muchos barceloneses no querían ir a la Rambla; el Bicing (gloria de Bacelona, debido a Hereu, copiado por Londres) se presntó como causa de espanto y lesiones de los paseantes. Los 40 espacios públicos de la ciudad creados por el gobierno municipal de la izquierda, reservados por el Ayuntamiento para la actuación de músicos callejeros -a los que se les hacía examen y otorgaba carné acreditativo- denigrados como vulgares fueron sentenciados a muerte por Trias y pocos deben quedar. La reforma de la Diagonal, o los Juegos de Invierno (ideas de Hereu que Trias recuperó cuando llegó al gobierno municipal) se vilipendiaron como grandes errores.

   La presencia de lo 'latino' en Barcelona -importante rasgo de su demografía y de su historia- se intentó extirpar por el nacionalismo catalán, incluso cambiando esa población por otra árabe. Lo digo sin animosidad contra lo árabe, pero los latinos son nuestros hermanos culturales y hablan español como la mayoría de los barceloneses, lengua que tambén aprenden los árabes y los orientales antes que el catalán, pues en Barcelona -pese a la fascista persecución escolar de la lengua de Cervantes, prohibida como lengua de enseñanza por el catalanismo igual que hizo Franco con el catalán- puedes vivir sin saber catalán, pero difícilmente sin saber español. Claro que hay algunos latinos en Barcelona -grupo aún mas perseguidos que los nacionales de lengua habitual española en su lengua y cultura- típicos 'negros con alma blanca', que se cambian del español al catalán como lengua habitual (cambian oro por cobre, diría Machado, la segunda lengua universal por una lengua regional), adoptando la lengua minoritaria de Barcelona -el catalán- a veces comprados para ser exhibidos como ejemplo por el catalanismo. ¿Por qué no le dejan en paz a la gente con la lengua y que cada uno hable lo que quiera? Los nacionalistas odian que Barcelona haya sido la segunda ciudad de Carlos Gardell, o de Vargas Llosa, o el lugar de creación de una música singular por ese latino aclimatado que fue el gran Gato Pérez. No podrán impedir que Barcelona vaya a tener un filón importante de ingresos con los cursos de español para extranjeros, pues a muchos les motivará a la vez el aprendizaje de la lengua y la estancia en la ciudad.

   La ciudad -desde que la ciudad existe- no pertenece solo a sus habitantes, sino igualmente a sus visitantes. No existe sin los visitantes, que en ella encuentran servicios esenciales y fiestas. No aceptaría yo que los vecinos de Paris, o Londres, ciudades a las que amo, decidieran sobre si puedo o no visitarlas, porque también son mías. La ciudad no se puede organizar solo según lo que dicen los vecinos, pues a veces esos vecinos son muy bordes y tienen una visión limitada de lo que es la ciudad, o no quieren que exista lo que no usan ellos, sadismo tonto, ni quieren ver que la mayoría de los visitantes están de vacaciones y viven un ocio. Si escucharas a algunos vecinos, la ciudad no tendría ni música, ni fiesta, ni atención a las demandas de los visitantes, cosas todas que pueden existir -para propios y extraños- sin que ello suponga molestia para el vecindario. Y el que quiera la paz absoluta, que se vaya a una aldea.
   
   Es una barbaridad -por codicia no realista- rechazar el 'turismo barato '. Pienso -eso, sí- que todos los visitantes deben pagar una ‘tasa de estancia’ -por el uso de la ciudad- la llamada tasa turística, o de pernoctación en ella. Pero ese dinero -que es de la ciudad- se debe quedar todo en ella, no como ahora que una buena parte se la lleva el gobierno territorial. Ese turismo barato paga lo que consume y alimenta así la economía de la ciudad. Y además ese turismo barato -especialmente el llamado de ‘zapatillas y mochila’- no hay que verlo solo en su dimensión económica. Son la juventud del mundo que quiere conocer sus ciudades y es su libertad y su formación lo que está en juego. Y den gracias al destino aquellas ciudades que -como Barcelona- han sido elegidas por la juventud del mundo como lugares predilectos de su peregrinaje vital, para su disfrute y para su formación como adultos informados del ecosistema humano. La ciudad que rechaza el turismo de zapatillas y mochila está loca. No verán eso en Paris, o Londres, en Roma o Berlín, donde todos los jóvens son bien acogidos, pues saben que si la ciudad no gusta a los jóvenes no gusta a nadie y quieren tenerlos como sus amigos. Esos jóvenes no solo aportan el pago de lo que consumen. Muchas veces llevarán en su corazón la huella permanente de la ciudad en la que se expansionan y serán sus amigos de por vida. Quizá la recuerden desde puestos de responsabilidad en el futuro. Les señalo que un joven Obama conoció Barcelona de mochilero. Y parece que echa en falta una nueva visita, que los azares del camino -o sus graves responsabilidades actuales- no le han facilitado.
   
   Creo que Ada Colau, si es algo, es un gran corazón -lo que la redime de algunas bisoñeces del comienzo de su oficio- y espero que su paso por la alcaldía de Barcelona sea histórico. Celebro que piense que los que hacen 'top manta' son seres humanos, quizá con una mochila de sueños, y les trate sin saña, ¿no se les podría ceder un espacio público suficientemente céntrico, o comunicado, para su actividad? No pienso que Colau vaya a querer cerrar Barcelona a los muchos que anhelan visitar tan prodigiosa ciudad y ser sus amigos. No me la imagino ‘turistófoba’ mucho tiempo. Si es que lo es ahora.

    





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PACTOS EN EL POSTBIPARTIDISMO. LOS PACTOS DEL 24M.
El PSOE no debe ser el furriel del pancatalanismo entregándole la Comunidad Valenciana 
(10 Junio 2015)



   Los resultados de las elecciones municipales y autonómicas del 24M (24 Mayo) deben originar nuevos órganos rectores en todos los municipios españoles y en las 13 Comunidades Autónomas -de 17- en que hubo elecciones. España vive un gran tráfago de pactos para crear esos nuevos gobiernos municipales y autonómicos, a los que hay que añadir el autonómico de Andalucía para el que se que votó dos meses antes  (22 Marzo) y que todavía no se ha configurado.
   El cambio de modelo político que ha tenido lugar en los comicios del 24 Mayo (y en los anteriores andaluces del 22 Marzo)  -pasar de 2 partidos básicos a 4: Partido Popular, Partido Socialista, Podemos y Ciudadanos, los dos últimos estrenados como nuevas opciones de ámbito estatal en esos comicios- ha deparado una situación nueva: por primera vez no surge de las urnas ningún gobierno predeterminado, ya que ninguna candidatura, ni municipal, ni autonómica, ha logrado mayoría, por lo que todos esos gobiernos deberán constituirse mediante pactos entre las fuerzas políticas que creen mayorías de investidura, con la salvedad de que en los municipios la ley establece que gobernará la lista más votada, a no ser que se proponga otra opción apoyada por mayoría absoluta.
   Esos pactos son laboriosos -pueden  llegar a ser extenuantes- por la falta de experiencia de los mismos y debido a que (por lo que se refiere al ámbito municipal) todo lo que haya que pactar debe hacerse antes del próximo viernes, 13 de Junio, día en que se constituirán los ayuntamientos. Lo cierto es que tales pactos están suponiendo un curso acelerado de maduración política y de aprender a tratarse de igual a igual las fuerzas en presencia, antiguas o nuevas.
   Sobre el carácter de los sujetos que pactan, los partidos han manifestado que serán los órganos locales de esos partidos los que tendrán la responsabilidad de pactar. Evidentemente eso constituye una mentira sin piedad. O acaso, una de esas cosas que se dicen sin pensarlo mucho para después recoger velas y no tenerlo en cuenta. De esos pactos depende el poder y la imagen (que importa mucho cara a las próximas elecciones generales) da cada fuerza política, por lo que cada pacto será estudiado y sopesado con la mayor atención. Una cosa es que los pactos se hagan teniendo en cuenta el contexto de cada uno (no uniformemente) -para lo cual es útil la exploración del terreno por los órganos locales- y otra que las direcciones nacionales de los partidos puedan desentenderse de lo que sus partidos pactan. Cada pacto que firme -así sea en el lugar más apartado de la geografía- una fuerza deberá ser aprobado por la dirección de la misma. Todos los pactos de Ciudadanos llevarán la firma de Rivera, los de Podemos la de Iglesias, los del PSOE la de Sánchez y los del PP la de Rajoy.
   Veo una situación complicada, en lo que respecta a pactos, en la Comunidad Valenciana. La inercia está empujando a un pacto de las 3 fuerzas que se reclaman de la izquierda (PSOE, Podemos y la fuerza local Compromís), en vista a presentar una alternativa conjunta de las mismas para los gobiernos autonómico y municipal de Valencia, estando en marcha conversaciones al objeto. El problema es que el PSOE pactaría -además de con Podemos que ya aporta imagen radical- con la fuerza secesionista pancatalanista Compromís, dos ingredientes que darían al pacto un alto voltaje de radicalidad. Para evitar la entrada en las instituciones de esas dos fuerzas -particularmente la que representa al secesionismo pancatalanista- Ciudadanos ha ofrecido apoyar la investidura como presidente autonómico del candidato del PSOE, Puig, lo que necesitaría también para ir adelante la abstención del PP valenciano que está dispuesto a otorgarla.
   Sánchez se encuentra así ante el dilema de elegir entre radicalidad -de doble carga- y moderación. Cuando además, lo primero, supondría reincidir en lo mismo hecho previamente, en días pasados, cuando -en las conversaciones que se están manteniendo entre las 3 fuerzas de izquierda- al parecer se decidió apoyar por todos para la alcaldía de Valencia a Ribó, el candidato pancatalanista, cuya investidura votarían los concejales socialistas con el fin de desbancar a la popular Rita Barberá que ha sido la más votada. La decisión que finalmente adopte el PSOE respecto del conjunto de los pactos en la Comunidad Valenciana -que pueden alterar la fisonomía política de una de las comunidades con más peso económico y demográfico en España- especialmente si el PSOE acaba convirtiéndose en el furriel del pancatalanismo, propiciando la introducción de ese nuevo protagonista -una campanada- en una España herida por el drama territorial, no dejará de influir -de modo no fácil de prever- en el comportamiento de los votantes en las próximas elecciones generales. Comenzando por los de la Comunidad Valenciana.









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PACTOS EN EL POSTBIPARTIDISMO. LOS PACTOS DEL 24M.
Debe haber gobierno municipal de coalición de ‘Ahora Madrid’ y PSOE en Madrid 
(9 Junio 2015)


   Pienso que las elecciones municipales y autonómicas del pasado 24 de mayo han determinado dos realidades políticas. La primera, la configuración de un nuevo mapa político que presenta -tal como lo venían anunciando las encuestas- 4 partidos básicos de ámbito estatal: PP y PSOE, tradicionales, Podemos y Ciudadanos, nuevos. No es que se haya "iniciado" el final del bipartidismo, como ha dicho el -en otras cuestiones más fino- Pablo Iglesias. El final del bipartidismo se ha iniciado y se ha consumado. Estamos de pleno en el 'postbipartidismo'. El final del bipartidismo -que se ha consumado en los citados comicios- no significa la desaparición de los dos partidos que lo conformaban, sino que esos dos partidos han dejado de ser los únicos -como fuerzas importantes- y que ahora las fuerzas importantes son cuatro.
   La segunda realidad determinada por dichos comicios es el surgimiento de un nuevo municipalismo, que supone la reivindicación de un papel más importante en el sistema institucional español para los municipios, que son -sin duda- la cenicienta del sistema, menoscabados y humillados como lo están por lo que desde la perspectiva de la vida municipal aparece como los 'dos centralismos': el del Estado y el de los mini-Estados autonómicos. España no necesita avanzar hacia ningún anticuado federalismo que articule la unión de sus territorios (el diseño autonómico que tenemos resuelve mejor ese problema), que vendría a reforzar aún más el ‘autogobierno’ regional no en todo glorioso. Necesita potenciar el municipio tras captar que -como precursoramente dijo el alcalde Pasqual Maragall- son las ciudades, no las regiones, los referentes territoriales del futuro.
   El nuevo municipalismo ha avanzado como una llamarada en las ciudades españolas, especialmente en las dos grandes metrópolis del país, Madrid y Barcelona, donde plataformas impulsadas por Podemos (‘Ahora Madrid’, liderada por la jueza, Manuela Carmena,  y ‘Barcelona en común’ por la activista del movimiento anti desahucios Ada Colau) han irrumpido con fuerza y originalidad catapultando a sus líderes a la alcaldía de esas dos grandes urbes, constituyendo lo más granado de la rica la jornada electoral del 24M.
   Particularmente notable ha sido el triunfo de Colau en Barcelona, donde ha desplazado del poder municipal a la fuerza independentista que lo ocupaba, CiU, y donde al haber sido la opción más votada (y ser imposible con el mapa municipal barcelonés constituir una mayoría alternativa) podría formar un gobierno monocolor, si lo estima más eficiente que incorporar al Ejecutrivo municipal a PSC y ERC -hoy poco mezclables- en un tripartito como era su propósito inicial. Cierto que el PSC apoyará a Ada Colau en cualquier caso, como ya lo ha hecho del modo más rotundo su presidente, Ros (http://www.elperiodico.com/es/noticias/politica/ros-coherente-psc-apoyo-colau-4226163). Ros ha defendido al mismo tiempo un gobierno municipal de coalición de izquierdas en Barcelona, si es posible. Una cuestión que decidirá Ada Colau teniendo en cuenta las circunstancias barcelonesas.
   En Madrid, la lista de Manuela Carmena ha sido la 2ª más votada, tras la liderada por la dirigente conservadora, Esperanza Aguirre. Pero las dos candidaturas de izquierda (Ahora Madrid, de M.Carmena, y PSOE de A.M. Carmona, Carmena y Carmona) suman mayoría de concejales, por la que la 'izquierda dual' -ganadora como tal de las elecciones madrileñas, al superar en escaños municipales a la 'derecha dual', PP y Ciudadanos- podrá investir a Carmena  y formar un gobierno municipal de coalición. Pienso que ese gobierno conjunto del municipio de Madrid por las dos ramas de una izquierda renovada a la altura del siglo XXI (tras la práctica desaparición del anacronismo comunista IU, más distante que Podemos del PSOE debido a su ideología totalitaria) facilitará el normal desenvolvimieto de la relación entre las dos fuerzas de la nueva izquierda dual tras su inicial desencuentro. Cierto, que fue con otro Podemos, que no se había moderado imponiéndose la línea de Errejón a la de Monedero.
   Compartir las dos candidaturas de izquierda (la de Carmena y la de Carmona) el gobierno municipal de Madrid, lo facilita el que Ahora Madrid no es exactamante Podemos, sino una plataforma más amplia en la que Podemos formalmente solo es uno de los ingredientes que la componen, sea cual sea su importancia. Carmena insiste mucho en diferenciar Ahora Madrid y Podemos y en destacar que ella no está afiliada a Podemos. Por tanto ni siquiera se le pueden poner al gobierno municipal de coalición para Madrid de Ahora Madrid y PSOE los reparos que algunos le ponen a toda coalición de gobierno entre PSOE y Podemos, posición que no comparto, pues pienso que la coalición con Podemos debe considerarse normal por el PSOE aunque no sea la única fórmula de gobierno que utilice. Además, en el plano municipal -e incluso en el regional- el PSOE ha gobernado con la formación comunista IU, más lejana que Podemos de la socialdemocracia por su ideología totalitaria.
   No hay ninguna justificación para que PSOE y Ahora Madrid no colaboren en el gobierno municipal de Madrid. Ni para que nadie pretenda que el PSOE adopte la actitud de ayudar a crear ese gobierno municipal (con su voto necesario para que se produzca la investidura de Carmena) y se quede fuera del mismo, en la humillante situación en que Jordi Pujol mantuvo al PP catalán cuando le necesitó para lograr la investidura, que el PP llevaba pan pero no le permitían sentarse a la mesa. Los dos rivales electorales, Carmena y Carmona, deben pasar a ser alcaldesa y vicealcalde, constituyendo la leal colaboración de Carmona, con su indudable prestigio -junto con los otros miembros de su equipo que se integren en el Ejecutivo municipal- un importante refuerzo para el mismo. Ello favorecerá también la legítima aspiración de Carmona de ser alcalde en el futuro. Como Hillary con Obama.
   Dejémoslo claro. Colau no necesita de los votos del PSC para su investidura, sino solamente  que no se forme una mayoría absoluta alternativa que proponga otro alcalde para Barcelona (lo que es prácticamente imposible), por lo que será alcaldesa con los resultados ya logrados. En cambio, Carmena necesita ser apoyada por una mayoría absoluta en la investidura (para salvar el obstáculo de que sea proclamada Aguirre por ser la más votada) y esa mayoría Carmena solo la puede conseguir sumando los concejales de Ahora Madrid y de PSOE. Por tanto, es el PSOE el que va a decidir si Carmena es o no alcaldesa. No debe apoyarla si no es para compartir el gobierno municipal. Aunque ello supusiera que fuera alcaldesa la conservadora Aguirre como titular de la lista más votada.
   Las situaciones de Madrid y Barcelona (donde quiza lo más razonable sea un gobieno monocolor de Ada Colau, ya que la entrada en el Ejecutivo municipal del PSC obligaría -por equilibrio- a la de ERC lo que podría dar nacimiento a un cienpiés castrado) son muy diferentes.              
   Ejercer el gobierno municipal en la capital de España -al margen de la creación política a que da ocasión- constituirá una gran propaganda cara a las elecciones generales para la fuerza o fuerzas que lo ostenten, así como un dato sobre el rango de las fuerzas políticas en la nueva situación. El PSOE también tiene que tener en cuenta que Podemos es un competidor -aunque pueda ser un socio- al que no le conviene dar ventaja. Al que no tiene que tratar como al demonio con cuernos, pero sí como el competidor que es.
   El PSOE debe exigir la mitad del poder municipal de Madrid para apoyar la investidura de Carmena. Tras el pacto de Ciudadanos y PP a favor de Cifuentes, los socialdemócratas han visto esfumarse su esperanza -un tanto ilusa con los resultados del 24M- de ver a Gabilondo en la presidencia de la comunidad de Madrid. Quedarían irrremediablemente debilitados cara a la competición de las elecciones generales, en los próximos meses, si no ostentaran la mitad del poder municipal de Madrid, de modo que las dos grandes instituciones de poder territorial ligadas a la capital de España estuvieran ocupadas, una por el Partido Popular y otra por la plataforma vinculada a Podemos, sus dos rivales más directos. Cara al público Carmena transmite que se siente alcaldesa -dando por hecho que el PSOE votará su investidura- y que no compartirá el poder municipal (incluso anuncia públicamente un reparto de concejalías y cargos en donde el PSOE no aparece, literalmente vender la piel antes de cazar el oso). Un ninguneamiento del PSOE ante el que sabe a muy poco -como protesta, o advertencia- que Carmona diga y repita que el PSOE todavía no ha pactado nada en relación con la alcaldía de Madrid. No ha pactado nada pero parece resignarse a perderlo todo. El PSOE debería aclarar -ya tarda- con la crudeza que haga falta que no permitirá que Carmena sea alcaldesa si lo es en perjuicio grave del PSOE. No se hundirían los cielos porque la señora jueza no fuera alcaldesa. Habiendo sido por su egolatría.
   Hay dos puntos en los que el PSOE puede estar jugando mal sus cartas, de modo que podría autoinfligirse graves daños políticos. Uno es el que acabo de referir, esto es, dejar escapar de sus manos la mitad del poder municipal de Madrid. El otro sería no optar por Ciudadanos como socio -en sustitución de Compromís y Podemos-  para abordar los asuntos de la Comunidad Valenciana y el Ayuntamiento de Valencia, donde la colaboración con el partido centrista -con la abstención  benevolente del Partido Popular- podría producir los óptimos resultados de la presidencia de la comunidad para el PSOE y la titularidad de la alcaldía para Ciudadanos, para su muy apto candidato, Giner. Solo se necesita abordar los asuntos con espíritu libre y resuelto, dejando rutinas y complejos. Si el PSOE transforma esos dos puntos -donde tiene muy buenas bazas para jugar y ganar- en dos derrotas llegará derrotado a las elecciones generales. Y será un fracaso directo de Sánchez, que es a quien corresponde manejar el timón. Mostraría falta de lucidez y de resolución. No ser el líder que necesita ese gran partido. Que no merece tales derrotas.